Caminando por el Cacao de Capira, Panamá
febrero 7, 2011 • Cerros y Montañas, Panamá Oeste, Provincia de Panamá, Ríos • Comments
Tengo una tÃa que es maestra y hace mucho tiempo le tocó trabajar en áreas de difÃcil acceso, Cacao era uno de los poblados más cercanos a la civilización pues se encontraba cercano a Capira, a unas 3 horas y media en caballo para salir a la carretera Interamericana. Ella trabajaba en Bajo Bonito, mucho más lejos que Cacao, en donde aún hoy es difÃcil llegar.
Ahora ir a Cacao toma un tiempo de aproximadamente una hora y quince minutos desde el distrito de Chorrera, da lo mismo en auto o en bus de ruta.
En Cacao, el rÃo del mismo nombre ondea las veredas del lugar, en donde te metas lo verás, cada casa tiene de patio el rÃo.
En este caso fui con mi prima Deylis, hija de mi tÃa que trabajó por estos lugares hace más de 24 años y nunca dejó de visitarlos por sus encantos.
En Cacao podemos encontrar una escuela, kioscos, un centro de salud, un terreno para las ferias que se hacen en enero, algunos toldos tÃpicos o “jardines”, iglesias, etc.
Cabe destacar que este corregimiento fue regido por Victoriano Lorenzo en 1889, quien fuera lÃder indigenista, prócer y mártir de nuestra patria, ya que fue en Cacao donde residió por mucho tiempo con su familia.
Seguimos el dicho de “mientras más rÃo arriba mejor” y caminamos por espacio de media hora hasta cuando llegamos a un puente sobre el rÃo y debajo de él nos metimos al agua, estaba deliciosa. No es exactamente un rÃo en donde vas a poder nadar y nadar con riesgos de que alguien se pueda ahogar, a lo largo del mismo solo hay un lugar en donde se puede nadar a grandes brazadas, le llaman “el Hervideroâ€, una masa de agua que pasa por unas formaciones rocosas parecidas a cangilones y que luego cae con fuerza a la gran olla de agua en donde generalmente la gente del lugar acostumbra hacer clavados y piruetas.
Cuando estábamos en el rÃo vimos mucha gente pasar por un camino, incluso un señor se acercó para preguntarnos si iba por el trillo correcto, asà que con las ansias de conocer, al salir del rÃo empezamos a caminar a ver qué encontrábamos y fue espectacular.
Pasamos sobre el rÃo muchas veces pues asà el camino lo exigÃa, estábamos justo debajo de un cerro sin nombre, preguntamos a la gente que pasaba y nos decÃan que allá no habÃa nada, ¿NADA? Si esto es precioso…
Mucha vegetación, hermosas vistas fue lo que encontramos, algunos bichos y encantadoras flores silvestres. También vimos una tremenda cantidad de oropéndolas que hacÃan alarde de su canto y hasta un martÃn pescador. Cuando ya se hacÃa un poco tarde decidimos regresar y caminamos aproximadamente hora y media hasta llegar a el kiosco “el Mangoâ€, allà mismo aprovechamos para tomarnos un refresco y devolvernos a la ciudad.
El clima en el lugar es cálido con mucha brisa en el verano y fuertes corrientes de agua en los rÃos sobre el invierno. A pesar de que es un poblado que se encuentra luego de pasar algunas pendientes, no tiene una altura elevada.
Cada pueblo tiene su encanto y en el distrito de Capira aún podemos encontrar muchos lugares inexplorados y encantadores para pasarla bien en familia a la orilla de un refrescante rÃo en donde la brisa siempre acaricia nuestras almas.