Su forma es llamativa, diferente. Picos puntiagudos y son varios, ningún cerro en Panamá se asemeja. Soy de las que se pregunta siempre: ¿Cómo se formó esto?
Como escribà anteriormente sobre este sitio, cito:
Producto de estos choques de placas en donde una se metÃa debajo de otra se dieron fusiones del manto terrestre provocando fisuras por donde se logró colar el magma hacia el exterior originando una cadena de eventos volcánicos que facilitó el emerger de islas volcánicas que lograron interconectarse formando el territorio firme del Istmo de Panamá.
Cerro Picacho por consiguiente se formó como parte de este proceso dado su origen volcánico. Como es una extensión al sur de la Cordillera Central en donde se encuentran las montañas más viejas, se calcula que su edad geológica es más reciente, y su desarrollo tuvo lugar hasta los inicios del Pleistoceno.
Recomiendo ampliamente hacer el ascenso en la mañana o en la tarde, nunca en horas donde el sol pegue de forma completamente directa ya que aquà no hay donde resguardarse y el calor puede ser letal.
Al bajar, hazlo con paciencia, cero apuros. Un mal paso y puede ser fatal. Si tienes trekking poles, no dudes en llevarlos, si no, consigue un palo largo o pÃdelo en la entrada.
Recomendaciones: – Agua – Bloqueador solar – Lunch – Siempre lleva algo dulce – Gorra – Zapatillas con buenas suelas. – Ropa holgada.
Al visitar el distrito de Olá uno iba por conocer Los Chorros de Olá, que en su tiempo eran 3 cascadas que bajaban de la meseta, pero ahora con la apertura de la trocha a los Picachos, uno de los destinos favoritos para quitarse el sudor del cuerpo son Las Mesitas.
Me cuentan que la cascada debe su nombre a que hace un tiempo residÃa un hombre que se dedicaba a elaborar mesitas.
El pueblo de Olá, aunque es pequeño, es muy vistoso, su iglesia y los Picachos lo hacen mágico.
IncreÃble color del aguaEl camino al final es pedregoso.
En la parte de arriba de la cascada hay una con mayor altura pero sin una poza para nadar por lo cual los bañistas prefieren la de abajo.
Nosotros, buscando comodidad, primero fuimos a la cascada, de regreso subimos el cerro Picachos y para finalizar fuimos a los chorros de Olá; pero para poder hacer algo asà debes tener conocimiento del área, manejar bien el tiempo y salir temprano de donde vengas para que el dÃa te alcance.
En la memoria quedan los recuerdos de momentos especiales; en lo personal recuerdo incluso olores, sabores, y hasta estados de ánimo. Casi siempre llevo canciones en la cabeza cargándolas cual mochila del army, Wicked Game de Chris Isaak…
Es una caminata de aproximadamente una hora y media si la haces desde la entrada de la calle de piedras, quizás más, ustedes saben que todo depende de las condiciones fÃsicas de cada quien.
Ahora bien, si subes en 4×4 y llegas hasta la caseta donde están los pinos, te puede tomar media hora hacer cima. Ahà mismo es la entrada. Cabe destacar que todo el camino es en ascenso y vale mencionar que es fresco, rodeado de árboles que dan sombra. Ya al final llegas a una llanura rocosa y sales a un precipicio, por lo cual es buena idea protegerte del los rayos del sol.
En la espesura del bosque nuboso coclesano, en la vertiente Caribe y dentro del Parque Nacional General de División Omar Torrijos Herrera baja con fuerza El Tife, un nombre importante para el excursionista panameño.
Caminar desde El Calvario hasta la escuela del caserÃo de Caño Sucio (8km)
Contratar el único todo terreno que llega a El Limón: Pablito (llega más allá de Caño Sucio y La Rica). Verificando disponibilidad y costos dÃas antes. (Previo 6592-9153)
Inicia el ascenso por varias horas hasta que empiezas a pasar por un bosque de roca, sobre raÃces. La flora en este sitio es increÃble. Uno va bien entretenido y de pronto en medio del jadeo, ves una bromelia tigresa con flores color rojo pasión. Por momentos hay paredes de roca e incluso se aprecian cuevas misteriosas. El terreno aquà es peligroso, un mal paso y puedes caer por una de las grietas pero cuando has llegado a este punto significa que falta poco para llegar al Alto Tife.
Grandes rocas resbalosas te dan la bienvenida a este coloso. Es un paraje jurásico, enigmático que en lo personal me trae sentimientos encontrados. Miedo, amor. Dicha, gozo.
Un rÃo potente que cae en la vertiente del Caribe. IncreÃble porque habÃamos entrado caminando por el PacÃfico.
Tomamos camino de regreso y nos internamos en otro trecho que nos llevó luego de una hora y media a Bajo Tife. Desde la altura del sendero se veÃa un mar. ParecÃa una enorme laguna color turquesa; la poza de este chorro es desmesurada y el chorro en sà es colosal. Quizá no tanto su altura aunque la lejanÃa de la orilla a la cascada engaña, pero denota ser una masa de agua terrible, de profundidad que nadie juega averiguar.
Pablito hizo todo el sendero cargando un bote inflable, aquà es donde se dividen los locos de los aventureros normales. Una vez en el chorro lo inflaron y cuando fui a ver ya estaban dando intentos de llegar al chorro. Todos lo intentaron y el que más lejos llegó luego de sacar cálculos fÃsicos fue Juven.
Salimos a la casa de pilotes ya cayendo la tarde, pasamos el rÃo bajo el puente colgante de noche y llegamos a la casa azul, en pedazos. Nos recibÃa un baño reconfortante, el poder retirarme las botas, ponerme ropa seca, tomar agua viva y un plato de macarrón (spaguetti) en salsa roja con gallina dura.
Visitamos un hermoso poblado a orillas del RÃo Blanco en Barrigón, ubicada en el corregimiento de El Harino, distrito de la Pintada. Le llaman Barrigón en honor a la cantidad de arboles de este tipo que habÃan ahà y llevan este nombre; hoy en dÃa van quedando pocos.
árbol Barrigón (Pseudobombax septenatum)
Acampamos en el patio de una residencia que funciona a modo de comuna pues todos los que viven ahà tienen acceso a fogón en un rancho y por medio de unas escaleras bajan al rÃo, el cual a veces está blanco y otras Colorado, como tal lleva nombre el otro rÃÂo de las montañas adyacentes a Barrigón.
En la noche del sábado bajamos al rÃo en busca de fauna y fue maravilloso ver a las ranas nadando en el rÃo frÃo, que nos invitó a meternos en plena medianoche, instigados por Ana y Amilkar (jaja)
A la mañana siguiente, fuimos otra vez. Y en la tarde, luego del sancocho, nos desplazamos a Ojo de Agua en busca de la cascada Chorro Grande, colosal con sus grandes rocas en el curso del RÃo Zapillo, de sendero sencillo y de aproximadamente 20 minutos, con calma, cualquiera lo puede hacer.
El Zapillo guarda una gran fuerza, y en el verano se forman unas pozas idÃlicas para pasar un dÃa fenomenal en medio de ese precioso paraje coclesano.
Chorro Alto impresiona, no por gusto tiene ese nombre. Es una cascada imponente y con mucha fuerza; es de acceso fácil con calma y llegan autos 4×4 sin problemas, aunque lo que hay que caminar es “nada” en comparación con otros sitios. Para entrar se debe pasar por una casa de familia en la cual pedimos el permiso correspondiente para entrar por su terreno y pagamos la colaboración a la misma, que mantiene los alrededores limpios de desechos.
Bocota abierta. Inspeccionamos el área, montamos la hamaca, dejamos una Leptodeira annulata que necesitaba una vida mejor en el área apartada del chorro y procedimos a entrar a sus frÃas y profundas aguas.
El dÃÂa estuvo soleado, un tiempo hermoso nos regaló aquel domingo. El agua estaba que congelaba y asà nos fuimos nadando hasta donde cae el chorro. Si te ubicas directo en el chorro te puedes dar un mal golpe.
El chorro es un espectáculo de la Naturaleza, que deja boquiabierto a cualquiera. Estar ahà es como una pelÃcula de misterio combinada con aventura, guarda una magia singular.
Terminado nuestro recorrido y felices porque ya llenarÃamos nuestras panzas de comida de verdad. Cuando Ãbamos en el bus, vimos una enorme tarántula cruzando la calle ( son una de las especies de arácnidos más grandes del mundo). Imposible no admirarla, nos detuvimos para observarla mejor.
Y asà concluimos otra aventura más. Agradecemos a quienes depositan su confianza en nosotros para pasar un dÃÂa ameno, de la mano de la Naturaleza, en comunión con nuestro medio ambiente.
Nuestro plan era visitar la cascada Tavida en ChiguirÃÂ Arriba. HabÃamos hecho reserva pues la cascada se encuentra dentro de una reserva privada y es el protocolo. Un dÃa antes, me indicaron que habÃa ocurrido un derrumbe del lado del sendero que conduce a la cascada y no dejaban pasar. AsÃÂ que fue necesario el Plan B: El hermoso Pozo Azul y sus transparentes aguas.
Pozo Azul se encuentra dentro de un terreno privado, razón por la cual cobran la entrada (2$ 2022) pero lo importante es que mantienen el lugar impecable, nosotros gustosos pagamos lo que sea ya que el lugar lo merece y no siempre la gente mantiene una educación adecuada de recolección de desechos.
Sus pozas de agua son profundas, de un color turquesa transparente impecable, mientras más osado eres, más arriba puedes ir escalando y descubriendo más pozas preciosas.
Han pasado cinco dÃas desde que estuvimos en Olá. La emoción de estar en este lugar siempre es palpitante y esta vez más pues incluÃa ascender uno de los cerros más bonitos de la región: Los Picachos.
Iniciamos nuestro recorrido conociendo a nuestro guÃa local. De inmediato atrapó nuestra atención esa caprichosa montaña con forma ondulada y singular apariencia de ola.
A medida que nos acercamos al poblado va cobrando más notoriedad el famoso Cerro Picacho, una extensión de la vertiente sur de la Cordillera Central. Forma parte del escudo del Distrito de Olá y cualquier referencia que se haga de este cerro es más con fines turÃsticos alabando su belleza paisajista.
De regreso del mirador, fuimos a subir Los Picachos de Olá. A los pocos minutos de entrar por un terreno privado en el cual pedimos permiso, conseguimos llegar a la pata del cerro y de ahàen adelante todo el trayecto serÃa a 45 grados, el terreno pedregoso y era notable que el cerro habÃa sido quemado hace poco. La recompensa: vistas impresionantes.
Producto de estos choques de placas en donde una se metÃa debajo de otra se dieron fusiones del manto terrestre provocando fisuras por donde se logró colar el magma hacia el exterior originando una cadena de eventos volcánicos que facilitó el emerger de islas volcánicas que lograron interconectarse formando el territorio firme del Istmo de Panamá.
Cerro Picacho por consiguiente se formó como parte de este proceso dado su origen volcánico. Como es una extensión al sur de la Cordillera Central en donde se encuentran las montañas más viejas, se calcula que su edad geológica es más reciente, y su desarrollo tuvo lugar hasta los inicios del Pleistoceno.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.