Fuimos con mi prima postiza Roxanaà(nieta de la señora Tunina que menciono en el post de Bajo Bonito), ya que ella se dirigÃÂa a La Gloria a dejar un mandado; generalmente no existe transporte público hasta La Gloria asàque los pobladores acostumbran caminar diariamente hasta llegar a sus hogares.
Pasamos varias quebradas, a decir verdad, bastantes. Vimos el cerro ChichibalÃÂ de Capira a lo lejos, por instantes nos rodeaba la neblina y nos serenaba la lluvia.
Ya el sudor se hacÃÂa presente y caminamosàmás rápido que de costumbre, aunque a pesar de nuestros esfuerzos, todo nos tomó 2 horas exactas, sin importar que nos habÃÂan dicho que el camino era solo una hora. Sinceramente, cuando hablamos de tiempo con la gente del campo nunca les creo, ellos caminan muyàrápido y generalmente no poseen reloj o indicador del tiempo.
Nos percatamos de queÃÂ bordeamosÃÂ el rÃÂo, de nombre CirÃÂ Grande, que posee muchas caÃÂdas de agua y algunas cercanas a la vÃÂa principal. La gente de estos pueblos saben el valor del agua, y cuidan sus rÃÂos como oro.
En este lugar las casasàestánàdistanciadas unas de otras y separadas poràhectáreasàgrandes de terreno que utilizan para cultivar vÃÂveres. La escuela primaria es nueva, pero antes de que existieran los niños debÃÂan caminar hasta Bajo Bonito para recibir clases.
Nuestra recomendación es pagar a los dueños de la casa de madera entre 3 a 5 dólares de colaboración.
Si les digo cuanto mide, les miento. Para mi, y sin haberla medido, digo que quizás unos 70 metros. Realmente es una cascada escalonada, o sea que se puede subir con cuidado, arriba se encuentra la cascada La Tulivieja y otras más. Nos dedicamos a contemplar su belleza, embelesarnos con tan magnÃÂfica obra de la Naturaleza y bañarnos en sus frÃÂas aguas, que invitan al deleite.
Al poco tiempo nos regresamos y nos quedamos un rato conversando con Mary Ovalle, la dueña y señora de esos terrenos, una mujer amable y carismática, nos ofreció guineos y nos mostró sus orquÃÂdeas. Compartimos el lunch con la familia, admiramos el paisaje, nos despedimos y caminamos de vuelta a Bajo Bonito, claro ahora nos tomó menos tiempo pues casi todas las pendientes eran en descenso.
En Calobre una de las principales actividades es la cosecha de la sandÃa, que en gran parte es exportada al extranjero, y es la mejor de Panamá gracias a la tierra algo árida de este distrito.
Al salir del Salto, seguimos en la carretera hasta ver el RÃÂo San Juan, al que vislumbramos sólo desde un puente y el tiempo no nos dio para bajar.
Para llegar a Calobre se puede ir por dos rutas: desde Santiago, pasando por San Francisco de la Montaña y luego desviándose hacia Calobre, esto te toma un tiempo de 45 minutos. Si vienes por la carretera Interamericana puedes tomar la vÃÂa que conduce hacia el Jaguito en el Roble y esto te toma un tiempo de 1 hora y 20 minutos hasta llegar a Calobre. Desde la ciudad de Panamá es aproximadamente 3 horas y 15 minutos. Y como decÃa en la valla de carretera “Calobre es un paraÃso por conocer”.
La verdad es que en estas fiestas patrias buscaba tranquilidad, algún lugar de esos donde nadie te conoce, en donde solo la brisa te acompaña y el cantar de las aves te despierta: Santa Fe de Veraguas.
En caso de hacer el viaje en autobús la manera más fácil es tomar un Santiago- Panamá en la terminal de autobuses de Albrook y llegar hasta la terminal de buses de Santiago y allàtomar otro autobús o ââ¬Åchivaââ¬Â que te llevará hasta Santa Fe, en este caso las chivas son muy cómodas. El horario de autobuses en Santa Fe es de 5:00 AM a 7:00 PM.
Santa Fe fue uno de los primeros pueblos que se fundaron en el Istmo de Panamá. Su historia comienza cuando el CapitánàFrancisco Vázquez estableció varias ciudades de la provincia de Veraguas en 1558, incluyendo a Santa Fe.
La popularidad de Santa Fe, nacional e internacionalmente, se debe al trabajo organizativo de los campesinos por el SACERDOTE JESÃÅ¡S HÃâ°CTOR GALLEGO, quien desapareció en elàaño 1971, por el Organismo de Seguridad de Inteligencia Militar de los Estados Unidos, con la complicidad de Militares Panameños y lugareños de Santa Fe, por el solo hecho de organizar a los campesinos, para que fueran protagonistas de su propio desarrollo y lucharan contra las injusticias.
Los guÃÂas locales han establecido senderos que llevan al visitante por el Cerro Tute y se ha construÃÂdo una calle que llega casi a la cima. Fue instituido como Sitio Histórico TurÃÂstico, por el Consejo Municipal de Santa Fe, en 1993.
Subimos al transporte y nos agarramos fuerte para poder mantenernos en el mismo lugar donde nos habÃÂamos sentado; entre lomas, la misma sierra, verdes azulados, un cielo azul opaco, naranjas regadas por los suelos de las casas del camino y miradas sorprendidas dentro del volquete, llegamos a el Pantano en donde se bajaron la mayorÃÂa de las personas. Al ir saliendo nos quedamos sorprendidos al ver un rÃÂo de aguas verdes cristalinas que corrÃÂa debajo de un puente rural, un poco fuera de lugar pues con el invierno es muy raro ver los rÃÂos limpios.
El Salto el Bermejo en el rÃÂo Bermejo, de unos 10 kilómetros de longitud que nace sobre la Cordillera Central y termina en el RÃÂo Bulabá y su avance forma al pasar hermosas caÃÂdas de aguas, muchas sin nombre e inexploradas.
Los más osados pueden subir mil 375 metros hasta llegar al cerro Mariposa, en donde se pueden observar tucanes, pavas negras, entre otros animales del lugar.
Hay caminatas cortas de dos horas y media en las que se llega a las tres cascadas de Alto de Piedra. La antigua mina de oro de Cocuyo es otro punto propicio para visitar, aunque dicen que este recorrido podrÃÂa tomar hasta una semana.
No cabe duda de que Santa Fe es un lugar repleto de chorros, cascadas, saltos y balnearios donde el visitante puede divertirse y disfrutar plenamente de la naturaleza, cuidando sus beneficios y respetándola, más aún cuando es en este lugar en donde se tiene uno de los parque nacionales más importantes del paÃÂs.
Y es que el Parque Nacional Santa Fe fue establecido mediante el Decreto Ejecutivo Nú 147 de 11 de diciembre de 2001, publicado en Gaceta Oficial No. 24,460 de 28 de diciembre de 2001 y ocupa una superficie de 72,269.75 hectáreas. Aproximadamente un 28.48% de la superficie del parque pertenece a la vertiente PacÃÂfica y un 71.52% a la vertiente del Caribe. Esta área protegida se encuentra ubicada en las tierras altas de la cordillera central del paÃÂs, dentro de los distritos de Santa Fe y Calobre en la provincia de Veraguas.
Asàmismo se pueden apreciar el Trogón Colirrayado, el Carpintero Olividorado, el Picochato Gorgiblanco, otras aves posibles son: la Tangara de Monte Gorgiamarilla, el Mosquerito Cejirrufo, la Tangara de Monte Común, la Parula Tropical, el Gavilán Barreteado y los colibrÃÂes Colicerda Verde, Gorra Nivosa y Pico de Hoz Puntiblanco. Las noches en Alto de Piedra son bastante amenas: el Búho Blanquinegro y el Nictibio Común nos esperan.
Además de todo lo mencionado, en el pueblo de Santa Fe se respira un aire de mucha paz, fraternidad, y una creencia muy apegada al catolicismo que incluye una linda iglesia en todo el centro del pueblo y justo en frente una cancha en donde los jóvenes pasan las tardes haciendo deportes. Hay varios parques en donde las personas acostumbran conversar pacÃÂficamente y disfrutando del clima perfecto. Incluso pudimos notar un parquecito diminuto dedicado a la ââ¬Åheroica gesta del Cerro Tuteââ¬Â.
En el centro del pueblo admiramos la estatua del padre Gallegos que paso a ser un lÃÂder entre los campesinos de Santa Fe.
Hay varios lugares para hospedarse con precios por debajo de los 25 dólares por noche: Hotel el Sol de Santa Fe, Hostal la Quia, Hotel Tierra Libre, Cabañas Alto De Piedra (las cuales recomiendo por la belleza de sus alrededores, puede llamar al número 68731348 Sra. Alcida SolÃÂs).
Nos despedimos de este fantástico lugar con un poco de tristeza, pero siempre con la esperanza de que tendremos vida para poder regresar y poder visitar en el próximo viaje las fascinantes cascadas , chorros y cerros que guardan tantos secretos y leyendas, para poder publicarlas y que cada dÃÂa más gente se enamore de las montañas, del verde de Panamáââ¬Â¦ Y que se sientan inspirados a cuidar de ella.
Hace poco estuvimos haciendo camping en la Laguna de San Carlos con los estudiantes de la escuela de Turismo Geográfico Ecológico de la Universidad de Panamá. Fue gratificante ver la emoción y laàorganizaciónàde la actividad, pues todo salio como loàesperábamos.
Lo primero que hicimos fue limpiar un poco el lugar pues la hierba estaba crecida, luego armamos las carpas y las aseguramos. Esta vez el precio por carpa fue de 5.00 dólares y la entrada a la laguna àfue de 0.50 centavos por estudiante.
Nos fuimos a subir el cerro y empezamos el ascenso muy bien, algunas jóvenes tuvieron agotamiento, pero todos disfrutamos del ambiente y de la naturaleza. Fue muy gratificante al llegar a la cima pues todos estuvieron felices y conformes con la encantadora vista desde el Cerro Picacho, incluso llegamos a una cima en la que Enlodados nunca habÃÂa estado a 1,082.33 del Picacho, que es su altura máxima. Al parecer, este cerro cada vez se pone más interesante. La neblina nos cubrió y tuvimos que bajar precipitados con miedo de que cayera algo de lluvia.
Al ir bajando el cerro, más de la mitad del grupo se resbaló, las caÃÂdas formaron parte de la diversión del momento.
Al bajar del cerro nos dimos tremendo baño en las aguas frÃÂas de la laguna, fue placentero, como cada vez que se visita este hermoso lugar. A medida que atardecÃÂa la neblina cubrÃÂa más la laguna, llegó un momento en que nos cubrió por completo.
Luego de contar losàtradicionalesàcuentos de miedo, cada quien se fue a su carpa a dormir con el miedo aún en la piel. A la mañana siguiente cada quien tomo su desayuno y luego tuvimos partidas deàfútbolàe inclusoàvoleibolàen la laguna.
Ya luego nos despedimos de la gente de la laguna y nos encaminamos a playa Corona a pasar la tarde.
Todo salio a la perfección, todos nos divertimos, compartimos y muchos tomaron experiencia para losàpróximosàcamping, que de seguro serán muchos.
Este parque nacional fue creado mediante Decreto Ejecutivo Número 18 del 31 de julio de 1986 y está incluido dentro del SINAP (Sistema Nacional de áreas Protegidas) para preservar la gran diversidad biológica de la región central panameña o Cordillera Central. El Parque lleva el nombre del General Omar Torrijos ya que dentro del mismo se encuentra el Cerro Marta, en cual se estrelló la avioneta en el accidente que ocasionó la muerte del General. Se encuentra dentro del Corredor Biológico Mesoamericano.
Los buses solo llegan al Chorro las Yayas, enclavado en las faldas del parque. Pero es fácil contactar con los taxis 4×4. Generalmente por un costo aprox de 20$ el viaje.
La temperatura es muy agradable entre 18 y 29 grados.
En el año de 1986 la superficie del parque era de seis mil hectáreas, sin embargo, la misma fue ampliada según criterios ecológicos en el año de 1996 a 25,275 hectáreas, con el propósito de incorporar tierras que requerÃan su conservación y protección.
En la parte más elevada del parque como en el cerro Marta y el Calvario, se desarrollan bosques pluviales montanos bajos y a medida que se desciende están los bosques pluviales y húmedos premontano, y los muy húmedos tropicales.
Solo en aves se pueden observar aproximadamente 350 especies diferentes, el colibràpico de hoz, por su diseminada presencia, ha sido escogido como ave sÃmbolo del parque. El Ave Sombrilla (Cephalopterus glabricollis) que según la actualización de la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas, de su estatus de ‘Vulnerable’ pasó a estar ‘En Peligro’; anualmente los observadores de aves se dirigen a este parque en busca de poderse encontrar con esta ave e incluirla en su lista de “lifebirds”.
Sin duda nos fuimos a recorrerlos, encontramos varios senderos: Sendero de la Rana de 2km que puede ser extenuante para una persona con malas condiciones fÃsicas; el Sendero los Helechos de 800 metros es el más accesible para todo tipo de personas incluyendo niños, El Sendero del Cuerpo de Paz es el más largo y el que requiere de mejores condiciones fÃsicas ya que consta de dos horas de caminata.
Existen otros atractivos cercanos como las cascadas Tife Alto y Tife Bajo, entre muchas otras enclavadas en los alrededores del parque, pero que requieren de una logÃstica que incluye excelentes condiciones fÃsicas, pues al menos para Tife se caminan más de 30km.
Nos retiramos del centro de visitantes y fuimos directo al Chorro las Yayas a relajarnos bajo sus frÃas aguas.
Como leen y ven, el Parque Nacional Omar Torrijos posee todo en un solo lugar, es un sitio excepcional, lleno de vida silvestre, muy bien conservado, y esperando ser visitado.
Para llegar es necesario ir hasta Cuatro Altos en Colón y de ahàes muy fácil llegar siguiendo las señalizaciones que indican ” Fuerte San Lorenzo”.
El Fuerte San Lorenzo fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1980 bajo la denominación de las Fortificaciones de la costa caribe de Panamá, con las fortificaciones de la ciudad de Portobelo. Formaban el sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España y constituyen un magnÃÂfico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.
Al llegar al lugar el olor de la selva nos invadió, vimos muchas aves desde lejos, algún ñeque pasar al lado de la carretera. En medio de unas ruinas de casas abandonadas nos recibió un guardia que nos dio indicaciones. Más adelante estaba la garita de la Anam, siempre preocupándose por cobrar la entrada, en este caso de dos dólares por persona.
Dentro encontramos distintos tipos de bosque: Bosque Húmedo Tropical de Hoja Ancha: Dominados por especies de árboles de tronco columnar liso y de hoja ancha, con la presencia de lianas verdaderas; en su mayorÃÂa necesitan de la polinización de especies de la fauna y de abundante biodiversidad. En este ecosistema encontramos diferentes asociaciones vegetales, caracterizados en este caso por tres Zonas de Vida. Bosque Muy Húmedo Tropical, Bosque Húmedo Tropical y Bosque Muy Húmedo Premontano este último en extinción a nivel mundial. Bosque Estacional Siempreverde, Bosque Estacional Semi-DecÃÂduo, Bosque DecÃÂduo, Humedales, Pantanos de agua dulce, Arbustal Inundado, Herbazal Inundable, Bosque Inundable de Palmas, Bosque de Cativo Inundado, Manglares, Playas y acantilados, Ecosistemas Acuáticos: Lótico (agua dulce), Ecosistemas marinos.
Y bien, llegamos a las ruinas de San Lorenzo y el silencio penetraba, la yerba crecida hizo que inmediatamente empezaran los mosquitos a trabajar. Creo que justamente la Anam deberÃÂa encargarse de limpiar el área; pero bueno, llevábamos ya una información corta del Fuerte y al pisar la primera ruina, en donde está el castillo, todo fue impresionante.
Los ataques de Drake sobre las costas del Reino de Tierra Firme en 1572, especialmente los ataques contra Nombre de Dios y el Camino Real, que era el camino por donde transitaban los tesoros que venÃÂan del Perú, obligaron la construcción de un sistema de defensa en los puertos del Atlántico.àFue asàcomo se decidió construir el Fuerte de San Lorenzo, para proteger la entrada de la vÃÂa fluvial que comprendÃÂa cerca de la antigua ciudad de Panamá.àLa obra se inició en 1598 por orden del Rey Felipe II y se termino en 1601.àLos planos de la maciza fortaleza fueron hechos por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli.
Las àruinas de San Lorenzo de Chagres, en sus bastiones, camino de ronda, casamata, polvorÃÂn, sala de armas, etc. reflejan un estilo carolino (Carlos III de España, siglo XVIII). Por lo que toca a los castillos de Portobelo y Chagres, tipos genuinos de arquitectura militar, es bien visible que sobre sus primeras estructuras del siglo XVII pasó la labor restauradora del tipo de arquitectura militar del XVIII en su momento carolino.
Desde 1953 hasta 1999 toda el área fue usada para entrenamiento en selva por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Fuerte Sherman fue la sede del Batallón de Entrenamiento de Operaciones en Selva.
Por ley 61 de 31 de diciembre de 1908 se destinó la suma de mil balboas (B/1,000.00) para la conservación del Castillo de San Lorenzo junto con la conservación de Portobelo y la BasÃÂlica de Natá.àPor Ley 68 de 1941 fue declarado Monumento Nacional.
Si anda en sedán es mejor dejar tu auto en la entrada y caminar. En caso de que ande en 4×4 puede subir hasta llegar a una entrada cercada por malla ciclón.
Llamó mi atención el letrero principal que decÃa: “Reserva Tavidá, Reserva Natural PRIVADA, PROTÃGELA” el señor nos dijo que el hostal ecológico del Cerro la Vieja habÃa comprado 40 hectáreas en ChiguiràArriba que incluÃan el chorro Tavidá.
Rey y Karlita
Pagamos y seguimos ahora por un sendero hecho por el hostal, unos 15 minutos más, vimos unas cabañas altas y en frente estaba el apretado dosel selvático que iluminó con una paz la piscina de agua al final del chorro. Contuvimos largamente el asombro frente a esta inusitada belleza.
Es el lugar perfecto para reponer fuerzas. Cargado de frescas sombras, abanicado por un suave e imperceptible viento y, el silencio lo hace un lugar irreal. Al estar en el mirador te caen grandes gotas del chorro. Desde ahàse ve la piscina verde perfecta rodeada de vegetación y una caÃÂda de agua de 30 metros. Todos corrimos a bañarnos bajo las rugientes aguas de la caÃÂda.
Nadamos, jugamos, subimos a la piedra bajo el chorro y nos sentamos a sentir los fuertes golpes del agua que pegaban como latigazos u hormigas picándonos las espaldas. Gritaba de emoción combinada con el dolorcito del agua pegándome en el rostro y espinazo.