En la memoria quedan los recuerdos de momentos especiales; en lo personal recuerdo incluso olores, sabores, y hasta estados de ánimo. Casi siempre llevo canciones en la cabeza cargándolas cual mochila del army, Wicked Game de Chris Isaak…
Es una caminata de aproximadamente una hora y media si la haces desde la entrada de la calle de piedras, quizás más, ustedes saben que todo depende de las condiciones fÃsicas de cada quien.
Ahora bien, si subes en 4×4 y llegas hasta la caseta donde están los pinos, te puede tomar media hora hacer cima. Ahà mismo es la entrada. Cabe destacar que todo el camino es en ascenso y vale mencionar que es fresco, rodeado de árboles que dan sombra. Ya al final llegas a una llanura rocosa y sales a un precipicio, por lo cual es buena idea protegerte del los rayos del sol.
La gente que le habita es de carácter amable y servicial. Actualmente buscan incursionar en el turismo ya que posee hermosos rÃÂos y montañas además de ese ambiente campesino panameño tan particular.
Esta vez planeamos ir hasta uno de los atractivos más inhóspitos del sitio, la cascada de Jordanal pues asà le llaman los lugareños. Ya sabÃÂamos que serÃa extremo pues cuando uno pregunta a un local que tan difÃcil es llegar y te responden que está lejos, es porque lo está; de menos te dicen que “está cerquita”.
Una vez en el pueblo emprendimos la marcha que desde el momento inicial sabÃamos serÃÂa en ascenso constante, en el camino se nos unieron locales adultos, niños y un curioso perrito.
Una vez dentro de la selva el camino se puso tedioso para los de menos experiencia, siempre subiendo, constantes curvas, árboles enormes de un bosque primario magnÃÂfico, alta humedad, plantas extrañas, muchas raÃÂces que hacen de escalera en parte del sendero nivel moderado.
Vimos tucanes, aves de brillantes colores, ranas exóticas, ardillas miniatura correr por las ramas de los árboles, y mientras los locales nos decÃÂan que faltaba poco, una nueva loma se nos presentaba.
¡Wow! A veces uno se hace una idea de un sitio y cuando llegas te decepcionas, no porque sea poco atractivo, si no porque simplemente la foto que viste tenÃa mucha edición o realmente no era lo que te esperabas. Este NO fue el caso. Pocas veces me ha pasado que llego a una cascada y el respeto a la belleza del lugar es tanta que ni me pongo a nadar. Esta vez fue asÃÂ, primero por eso y segundo por miedo a los calambres.
Los chicos aprovecharon y hasta hicieron clavados, el agua estaba realmente frÃa, pero eso se nos olvidó.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.