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Durante la Guerra de los Mil DÃÂas, Capira con Victoriano Lorenzo a la cabeza se convirtió en campo de correrÃÂas del guerrillero, pasado el conflicto, y ya en la era republicana, Capira demostró pujante crecimiento democrático; más en 1941, el distrito fue eliminado, y surgió en su lugar el de Bejuco que duro hasta 1945.
Nos hemos ido en variadas ocasiones a recorrer parte de esa cordillera y hemos encontrado, maravillados, con hermosos parajes, perfectas cascadas esculpidas en piedra, escondidas cerca de las variadas trochas que se dividen a lo largo de los cerros.
Esta vez, nos fuimos a caminar cerca del Peña Blanca y CirÃÂ, donde acampamos y fuimos recibidos de manera festiva por viejos amigos y familia adoptiva que viven en este poblado de campesinos. Asàfue como nos hicimos amigos de un niño que nos llevo con ánimo y gran preocupación de que nos gustara el chorro que queda cerca de su casa, un chorro sin nombre al que concurren las familias a lavar culantro y a esparcirse sanamente, pues en esta comunidad muy poco hay bullicio.
Al salir del hermoso chorro, una llovizna de verano nos bañó. Una gente en carro doble tracción venÃÂan vendiendo pescado rumbo a donde terminara la calle de tosca. Allàa orilla del sendero pudimos disfrutar de una soda frÃÂa y un pan de dulce, raros por estos lares en donde no hay luz, donde lo que nos parece “normal” no se consigue tan fácilmente.