Algunos geólogos cuentan que el Turega es uno de los tantos domos o conos del volcán del Valle de Antón, estrato volcán gigantesco y aunque los factores erosivos lo han deformado, aún sigue siendo imponente.
Nos topamos con nuestra guÃa local, Vero, que creció en las faldas del Cerro Turega y conoce de primera mano todo a su alrededor. Curioso es que en la primera visita de Vero al cerro, fue mordida por una serpiente equis; ni esto impide que ella mantenga su devoción.
La comunidad es muy celosa de su recurso natural. Para subir el cerro es necesario ir con guÃa local, además debes solicitar un permiso con el lÃder del pueblo.
El Ãrea protegida serÃa en Turega y Cucuazal como Reserva HÃdrica, pues existe una gran cantidad de bosques con fuentes de agua y manantiales que abastecen del vital lÃquido a la población rural de Pajonal, Churuquita Grande y otros corregimientos.
Salen 9 acueductos de cada cerro (Sofre, Sofre Abajo, Aguela, Turega, Churuquita Grande, etc)
El plan ya se lleva a cabo y esperamos pronto ver en gaceta oficial del 2017 pues el Ministerio de Ambiente, junto con biólogos y representantes de la comunidad, unen esfuerzos para que sea una realidad y se pueda establecer una ley que proteja la biodiversidad que se ve amenazada con potreros y ganaderÃa.
Pero bueno, el sitio es espectacular, mejor si vamos rÃo arriba donde gran parte de los mortales no se atreve a llegar. Hay una cascada que en lo personal me sentàcomo en algún paraje celestial, por minutos olvido quien soy y me sumergàen un frenesàde libertad profunda y sincera. (Ya existe una entrada privada por este lado 2$ la entrada a las cascadas de arriba 2022)
Nuestro trip fue el dÃÂa entero entre la sierra, entre algunas comunidades poco conocidas y algo olvidadas por nuestros gobiernos, donde el lodo domina los caminos, y la brisa y el aire fresco y frÃÂo se te mete de lleno hasta los pulmones.
Nuestra primera parada fue en el Salto de Manglarito, una magnÃÂfica e imponente cascada que nos dejó a todos boquiabiertos, su magnitud y fuerza eran descomunales; al verla pensamos en el tiempo que debe haber pasado para que se formara tan particular forma en ella, que baja en un tobogán, parte la roca y se desvÃÂa en una estruendosa cortina de agua, solo apta para cardÃÂacos.
La devoción que le tiene mi familia materna al Cristo Negro, es grande. Le hacen ofrendas, peticiones y por supuesto: “Mandas”. Todos los años para fechas cercanas al 21 de octubre, una de mis tÃas organiza un paseo familiar a la Iglesia de Portobelo a visitar el santo, y de regreso, pasamos por una de las más famosas playas de Colón: La Angosta.
Si vas en auto debes tomar la carretera Panamá-Colón y doblar a la derecha al llegar a Sabanitas (cuando doblas, el supermercado REY te quedará¡ a mano derecha). Luego sigues derecho pasando las comunidades de Puerto Pilón, MarÃÂa Chiquita hasta llegar a Playa Langosta, y otros pueblos, hasta llegar a Portobelo. El trayecto hasta Sabanitas toma una hora y hasta playa Langosta 30 minutos más por una carretera totalmente asfaltada.
En bus: Vas a la Terminal de Albrook, y tomas un bus Panamá – Colón, que tienen servicio expreso y autopista. Debes bajarte en la entrada del pueblo de Sabanitas, a un costado del Supermercado El Rey. Aquàtomas un bus hacia Portobelo o la Costa Arriba.
De Sabanitas a Playa Langosta
Se llena de visitantes los fines de semana. Ãltimamente las personas se dirigen a islas cercanas y han dejado de lado este paraÃso tropical. Como sea, nosotros preferimos ir dÃas de semana ya que la gran cantidad de personas, generalmente trae basura y a veces, uno se la encuentra en el mar, lo cual es triste. Importante tomar en cuenta que los fines de semana, los locales ponen música con el volumen muy elevado, lo cual puede ser desagradable para algunos (aunque yo prefiero disfrutarlo).
La playa es de arena blanca y pocas partes de arena negra, a la mano izquierda se encuentra un bosque de manglar muy interesante.
Estrella de mar del Caribe: Luidia senegalensis.
Hemos podido ver de cerca estrellas de mar y muchos peces de colores, lo cual la hace apta para el snorkel, aunque la mayorÃa no lo practique aquÃÂ, es muy propicio.
Es necesario prestar la debida atención que se requiere en cualquier playa, algunas veces hay marea alta y los guardavidas solicitan a las personas no introducirse muy lejos de la orilla. Recordemos que ellos están haciendo su trabajo, procurando el bienestar de todos.
Como en cualquier playa donde acude bastante gente, procura no ir solo y estar siempre pendiente de tus pertenencias, asàcomo de los autos. En caso de ir en transporte público, los buses en esta Ãrea prestan servicio hasta las 4pm.
A pocos metros de la carretera, vÃÂa Colón, a unos 18 kilómetros de la ciudad de Panamá, está la Finca Agroforestal Las Conchas, un destino verde y cultural.
Finca Agroforestal Las Conchas tiene mucho que ofrecer, entre ellos su nombre que proviene de la gran cantidad de conchas, más bien fósiles, lo que nos indica que Panamá emergió del mar hace millones de años.
Hace 21 años(al 2020), los agricultores que trabajaban la tierra de forma clandestina en la comunidad de Chilibrillo, corregimiento de Chilibre, decidieron organizarse para sacarle un mejor provecho a la actividad y obtener mejores ingresos económicos.
Escribo esto pues hace poco nos tocó presenciar un caso común de encuentro con una serpiente venenosa en un lugar turÃstico y lo voy a contar tal y como fue, pues de esto aprendemos del diario vivir, más aún en un paÃs tropical.
Nos encontrábamos en un sitio tranquilo, rodeado de abundante vegetación, disfrutando de un mediodÃa de domingo, a punto de darnos un baño.
Al llegar y con mucha cautela pues sabemos que las serpientes se camuflan en su ambiente, pudimos verla. Nuestro pensamiento fue emotivo pues era una equis (Bothrops asper). Nos encontramos a más a o menos 3 metros de ella. Ella se encontraba enroscada, en su posición común de descanso. Al notar entonces que era una serpiente venenosa, le indicamos a las personas que no se acercaran por lo letal que puede ser una mordida de serpiente y lo que pasó lamentablemente nos produjo un sentimiento abrupto de rechazo.
– Las personas en el sitio aún sabiendo el peligro que esta serpiente representa, corrieron en busca del animal.
– Procedieron a ir en busca de piedras y machetes para acabar con el animal. En sandalias, chancletas, sin el menor cuidado.
En ese momento, y tratando no ser indiscretos si no pensando en que el animal se podÃa asustar y atacar, hablamos con la gente y advertimos que era mejor dejarle quieta. Hubo un joven que en sus manos traÃa dos peñas.
Desde ese momento nos convertimos en “los malos de la pelÃcula” pues fuimos los únicos que decidimos indicarle a las personas que dejaran al animal, que no lo mataran y que se procederÃa a ir en busca de un experto para atrapar al animal, en este caso Mario Urriola del serpentario Maravillas Tropicales del Valle de Antón.
Al intentar llamarle, nos topamos con otro problema: No tenÃamos señal. Nos quedamos bastante rato pues vimos que los empleados del lugar bajaron a ver lo que sucedÃa a causa del escándalo y conmoción de las personas. Preocupados nos dijeron que el animal estaba bastante lejos, que nadie debÃa hacer nada por allá. Pero luego bajaron más y más empleados y realmente nos preocupamos pues por nuestra cabeza solo pasaba el pensamiento de que todo el mundo querÃa acabar con la vida del animal, cuando ¡Ni siquiera habÃa atacado a nadie!
Pasó otro rato y algunas personas prefirieron irse, cuando de pronto, ¡venÃa Mario! y ustedes no saben el alivio tan grande que sentimos al ver que Mario venÃa con su equipo de rescate y de inmediato procedió a atrapar el animal de la manera correcta y profesional que solo un experto u herpetólogo puede hacer. La metió en una bolsa y se la llevó al serpentario en donde luego de salir de disfrutar de tan hermoso sitio, fuimos a visitar.
La serpiente serÃa estudiada por unos dÃas y como el serpentario no solo es un centro de observación si no cientÃfico, llevan un conteo de los animales que ven. Además de verificar su estado fÃsico, enfermedades, o si están en reproducción y luego será reubicada en un lugar seguro, en donde sean pocos los humanos en su paso.
Es importante estar consiente, que si aún no sabes distinguir entre una serpiente venenosa y una que no lo es, tener presente algunos puntos importantes.
– Aunque la mayorÃa de las serpientes no son venenosas, se debe evitar agarrarlas o jugar con ellas.
– Muchas mordeduras graves de serpientes se presentan cuando alguien las provoca deliberadamente.
– Al ir de excursión por áreas donde se sabe que hay serpientes, se deben usar pantalones largos y botas, de ser posible.
– Se debe evitar las áreas donde las serpientes se puedan esconder: bajo las rocas, leños, etc.
– En la salida al campo es importante el calzado o la ropa, especialmente si vamos a movernos por zonas por las que sospechamos que puedan existir serpientes. El uso de botas de piel gruesa y pantalones de tela resistente será lo más prudente, procurando que los pantalones alcancen toda la pierna y lleguen a cubrir la parte superior de las botas. Una medida incluso más efectiva serÃa introducir el borde de la pernera del pantalón dentro de las botas.
– Cuando se camina por zonas de vegetación elevada ( hierba, matorrales, etc) es importante revisar la zona antes de pisarla. Para ello nos podemos proveer de un bastón con la cual iremos tanteando la zona. Estaremos muy atentos a un posible silbido o movimiento que pueda denunciar la presencia de alguna serpiente.
– Debemos ser muy prudentes a la hora de trepar por taludes con rocas, evitando introducir las manos en los agujeros o levantar rocas sin cerciorarnos primero de la posible existencia de una serpiente.
– La mejor manera de reaccionar ante la presencia cercana de una serpiente es mantenerse sereno. Intentar no realizar movimientos bruscos y dejar que la serpiente se aleje sin ser molestada o ir apartándose poco a poco.
– En ningún momento se deben lanzar piedras a una serpiente. Ante esta posibilidad, cualquier serpiente puede defenderse y atacar.
En la terminal tomamos el autobús de Chame sin ningún percance. Luego de poco menos de 20 kilómetros de recorrido, llegamos a Sorá, pueblo de personas amables rodeado de belleza exuberante de montaña, con un clima casi siempre fresco y delicioso. Muy cerca de esta comunidad se encuentra el complejo de casas de campo ââ¬ÅAltos del MarÃÂaââ¬Â al cual para acceder es necesario poseer permiso si no eres residente.
La vista, grandiosa. Filipinas de Sorá nos recibió con salpiques verdes y azules, un lugar tranquilo, lleno de aves semilleras, y de fondo, como para matizar, el inconfundible cerro ChichibalÃÂ, que marca los lÃÂmites entre los distritos de Chame y Capira.
De ahàpasamos a la siguiente cascada luego de subir una loma imperceptible. Divisamos un salto de unos 15 metros de altura, muy hermoso y con un pilón de agua fresca y frÃÂa.
Estuvimos ahàhasta no muy tarde por el mismo inconveniente del transporte. Caminamos de vuelta y vimos el pickup pero se dirigÃÂa hacia montaña adentro, no hacia Sorá. Decidimos empezar a caminar un poco y más adelante nos encontramos con cazadores furtivos y muchos perros dispuestos a cazar.
En nuestra caminata vimos la construcción de una próxima finca Melo en el área de Filipinas, luego de subir y bajar algunas lomas, nos topamos con una hermosa serpiente Pseustes poecilonotus de más de un metro, mejor conocida como “pajarera” que cruzaba apacible la carretera de piedras y aprovechamos para sacarle algunas fotos a ese divino ejemplar.
Spilotes pullatus
Más adelante escuchamos un auto, el mismo 4×4 que habÃÂamos visto hace tiempo venir bajando de la montaña y aprovechamos para pedirle el ââ¬Åboteââ¬Â hasta Sorá, que muy amablemente nos cedieron, siempre y cuando àpudieran ir guidando de las ventanas del auto pues dentro estaba repleto de gente, y asàfue como llegamos a Sorá a buena hora y felices de la aventura del dÃÂa.
De regreso nos bajamos en el Nanzal y aprovechamos para caminar hasta Los Cajones, otra maravilla natural del área, pero ya se hacÃÂa tarde y empezaba a llover, asàque decidimos dejar esta aventura para luego.
Seguimos dándonos cuenta que nunca dejaremos de recorrer Panamá y sus senderos, sus rincones escondidos que guardan secretos y leyendas. Solo basta preguntar y siempre los lugareños te van a señalar con el dedo o con la boca algún lugar perfecto a visitar.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.