Hace poco estuvimos haciendo camping en la Laguna de San Carlos con los estudiantes de la escuela de Turismo Geográfico Ecológico de la Universidad de Panamá. Fue gratificante ver la emoción y laàorganizaciónàde la actividad, pues todo salio como loàesperábamos.
Lo primero que hicimos fue limpiar un poco el lugar pues la hierba estaba crecida, luego armamos las carpas y las aseguramos. Esta vez el precio por carpa fue de 5.00 dólares y la entrada a la laguna àfue de 0.50 centavos por estudiante.
Nos fuimos a subir el cerro y empezamos el ascenso muy bien, algunas jóvenes tuvieron agotamiento, pero todos disfrutamos del ambiente y de la naturaleza. Fue muy gratificante al llegar a la cima pues todos estuvieron felices y conformes con la encantadora vista desde el Cerro Picacho, incluso llegamos a una cima en la que Enlodados nunca habÃÂa estado a 1,082.33 del Picacho, que es su altura máxima. Al parecer, este cerro cada vez se pone más interesante. La neblina nos cubrió y tuvimos que bajar precipitados con miedo de que cayera algo de lluvia.
Al ir bajando el cerro, más de la mitad del grupo se resbaló, las caÃÂdas formaron parte de la diversión del momento.
Al bajar del cerro nos dimos tremendo baño en las aguas frÃÂas de la laguna, fue placentero, como cada vez que se visita este hermoso lugar. A medida que atardecÃÂa la neblina cubrÃÂa más la laguna, llegó un momento en que nos cubrió por completo.
Luego de contar losàtradicionalesàcuentos de miedo, cada quien se fue a su carpa a dormir con el miedo aún en la piel. A la mañana siguiente cada quien tomo su desayuno y luego tuvimos partidas deàfútbolàe inclusoàvoleibolàen la laguna.
Ya luego nos despedimos de la gente de la laguna y nos encaminamos a playa Corona a pasar la tarde.
Todo salio a la perfección, todos nos divertimos, compartimos y muchos tomaron experiencia para losàpróximosàcamping, que de seguro serán muchos.
Este parque nacional fue creado mediante Decreto Ejecutivo Número 18 del 31 de julio de 1986 y está incluido dentro del SINAP (Sistema Nacional de áreas Protegidas) para preservar la gran diversidad biológica de la región central panameña o Cordillera Central. El Parque lleva el nombre del General Omar Torrijos ya que dentro del mismo se encuentra el Cerro Marta, en cual se estrelló la avioneta en el accidente que ocasionó la muerte del General. Se encuentra dentro del Corredor Biológico Mesoamericano.
Los buses solo llegan al Chorro las Yayas, enclavado en las faldas del parque. Pero es fácil contactar con los taxis 4×4. Generalmente por un costo aprox de 20$ el viaje.
La temperatura es muy agradable entre 18 y 29 grados.
En el año de 1986 la superficie del parque era de seis mil hectáreas, sin embargo, la misma fue ampliada según criterios ecológicos en el año de 1996 a 25,275 hectáreas, con el propósito de incorporar tierras que requerÃan su conservación y protección.
En la parte más elevada del parque como en el cerro Marta y el Calvario, se desarrollan bosques pluviales montanos bajos y a medida que se desciende están los bosques pluviales y húmedos premontano, y los muy húmedos tropicales.
Solo en aves se pueden observar aproximadamente 350 especies diferentes, el colibràpico de hoz, por su diseminada presencia, ha sido escogido como ave sÃmbolo del parque. El Ave Sombrilla (Cephalopterus glabricollis) que según la actualización de la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas, de su estatus de ‘Vulnerable’ pasó a estar ‘En Peligro’; anualmente los observadores de aves se dirigen a este parque en busca de poderse encontrar con esta ave e incluirla en su lista de “lifebirds”.
Sin duda nos fuimos a recorrerlos, encontramos varios senderos: Sendero de la Rana de 2km que puede ser extenuante para una persona con malas condiciones fÃsicas; el Sendero los Helechos de 800 metros es el más accesible para todo tipo de personas incluyendo niños, El Sendero del Cuerpo de Paz es el más largo y el que requiere de mejores condiciones fÃsicas ya que consta de dos horas de caminata.
Existen otros atractivos cercanos como las cascadas Tife Alto y Tife Bajo, entre muchas otras enclavadas en los alrededores del parque, pero que requieren de una logÃstica que incluye excelentes condiciones fÃsicas, pues al menos para Tife se caminan más de 30km.
Nos retiramos del centro de visitantes y fuimos directo al Chorro las Yayas a relajarnos bajo sus frÃas aguas.
Como leen y ven, el Parque Nacional Omar Torrijos posee todo en un solo lugar, es un sitio excepcional, lleno de vida silvestre, muy bien conservado, y esperando ser visitado.
Para llegar es necesario ir hasta Cuatro Altos en Colón y de ahàes muy fácil llegar siguiendo las señalizaciones que indican ” Fuerte San Lorenzo”.
El Fuerte San Lorenzo fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1980 bajo la denominación de las Fortificaciones de la costa caribe de Panamá, con las fortificaciones de la ciudad de Portobelo. Formaban el sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España y constituyen un magnÃÂfico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.
Al llegar al lugar el olor de la selva nos invadió, vimos muchas aves desde lejos, algún ñeque pasar al lado de la carretera. En medio de unas ruinas de casas abandonadas nos recibió un guardia que nos dio indicaciones. Más adelante estaba la garita de la Anam, siempre preocupándose por cobrar la entrada, en este caso de dos dólares por persona.
Dentro encontramos distintos tipos de bosque: Bosque Húmedo Tropical de Hoja Ancha: Dominados por especies de árboles de tronco columnar liso y de hoja ancha, con la presencia de lianas verdaderas; en su mayorÃÂa necesitan de la polinización de especies de la fauna y de abundante biodiversidad. En este ecosistema encontramos diferentes asociaciones vegetales, caracterizados en este caso por tres Zonas de Vida. Bosque Muy Húmedo Tropical, Bosque Húmedo Tropical y Bosque Muy Húmedo Premontano este último en extinción a nivel mundial. Bosque Estacional Siempreverde, Bosque Estacional Semi-DecÃÂduo, Bosque DecÃÂduo, Humedales, Pantanos de agua dulce, Arbustal Inundado, Herbazal Inundable, Bosque Inundable de Palmas, Bosque de Cativo Inundado, Manglares, Playas y acantilados, Ecosistemas Acuáticos: Lótico (agua dulce), Ecosistemas marinos.
Y bien, llegamos a las ruinas de San Lorenzo y el silencio penetraba, la yerba crecida hizo que inmediatamente empezaran los mosquitos a trabajar. Creo que justamente la Anam deberÃÂa encargarse de limpiar el área; pero bueno, llevábamos ya una información corta del Fuerte y al pisar la primera ruina, en donde está el castillo, todo fue impresionante.
Los ataques de Drake sobre las costas del Reino de Tierra Firme en 1572, especialmente los ataques contra Nombre de Dios y el Camino Real, que era el camino por donde transitaban los tesoros que venÃÂan del Perú, obligaron la construcción de un sistema de defensa en los puertos del Atlántico.àFue asàcomo se decidió construir el Fuerte de San Lorenzo, para proteger la entrada de la vÃÂa fluvial que comprendÃÂa cerca de la antigua ciudad de Panamá.àLa obra se inició en 1598 por orden del Rey Felipe II y se termino en 1601.àLos planos de la maciza fortaleza fueron hechos por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli.
Las àruinas de San Lorenzo de Chagres, en sus bastiones, camino de ronda, casamata, polvorÃÂn, sala de armas, etc. reflejan un estilo carolino (Carlos III de España, siglo XVIII). Por lo que toca a los castillos de Portobelo y Chagres, tipos genuinos de arquitectura militar, es bien visible que sobre sus primeras estructuras del siglo XVII pasó la labor restauradora del tipo de arquitectura militar del XVIII en su momento carolino.
Desde 1953 hasta 1999 toda el área fue usada para entrenamiento en selva por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Fuerte Sherman fue la sede del Batallón de Entrenamiento de Operaciones en Selva.
Por ley 61 de 31 de diciembre de 1908 se destinó la suma de mil balboas (B/1,000.00) para la conservación del Castillo de San Lorenzo junto con la conservación de Portobelo y la BasÃÂlica de Natá.àPor Ley 68 de 1941 fue declarado Monumento Nacional.
A eso de las 7am ya estábamos ahày nos recibieron dos hermosos tucanes que jugaban volando sobre los árboles, haciendo paradas sobre algunas ramas; una ardilla blanca nos confundió al hacernos pensar que era un mono, unas Eufonias Coroniamarillas buscaban entre unas ramas pedazos para hacer su nido, una Reinita Amarilla se burlaba de nosotros desde el árbol de mandarinas, de repente una Elenia Penachuda se posó justo sobre nuestras cabezas esperando ser fotografiada, mientras un Gavilán de ojos rojos descansó en una rama del árbol de en frente por bastante tiempo.
Vimos un puente rural y un señor nos dijo que era por ahÃÂ, y agregó que solo eran 15 minutos caminando hasta los Algarrobos.àIniciamosàla caminata sin nada de equipo, pues no estaba en nuestros planes enlodarnos.
Y caminamos más de 15 minutos a buen paso. Vimos algún caballo, alguna ardilla, y seguimos caminando hasta llegar donde el camino se dividÃÂa. Karla y Max caminarÃÂan por la derecha, Leo y yo por la izquierda y si veÃÂamos rÃÂo gritábamos para avisar, ávaya modo!
Al entrar en este camino Leo y yo vimos de cerca la casa que ya habÃÂamos visto llena de hortalizas desde el mirador, de repente pasó un señor con dos caballos y nos dijo que estábamos a punto de llegar a Buena Vista, habÃÂamos caminado mucho. Nos dijo que Los Algarrobos estaba en el otro camino, asàque caminamos de vuelta y ya venia Max a buscarnos pues habÃÂa encontrado el rÃÂo que en realidad era un charquito nada profundo en el que tomamos un baño pensando que eran Los Algarrobos.
ÃÂbamos todos mojados sobre las piedras y de repente, una serpiente pequeña me pasó entre las piernas, nos asustamos y más yo, acepto, pues la serpiente prácticamente me rozó.
Con un poco de miedo seguimos caminando y empezamos a oÃÂr agua cayendo y de repente no habÃÂa más camino sino una caÃÂda de agua hermosa, una charca visiblemente profunda que invitaba al esparcimiento, y sin pensarlo más mandamos a Karla adelante a probar la profundidad, estaba honda, OH Si! El agua fresca, verdeââ¬Â¦pero hicimos tanta revoltura que la pusimos chocolate, el chorro era de unos tres metros y hasta allá fuimos a darnos los masajes naturales.
Mas tarde llegaron unos lugareños e hicieron tremendos clavados en el charco, unos niños aprendÃÂan a nadar y nos contaron sus aventuras; debe ser muy divertido vivir en un lugar como Chicá.
Este es solo uno más de esos lugares que ni nos imaginamos que existen, mucho más los capitalinos. Es hermoso ver como los lugareños de Chicá se preocupan por sus rÃÂos y quebradas, sin miedo a invitarnos a ellas, confiando en nuestro sentido de responsabilidad con el medio ambiente. Tantas especies en un solo dÃÂa es mágico verlas de manera silvestre, pero ellas mismas saben cuando no recibirán ningún daño y salen a mostrarnos sus virtudes.
Si anda en sedán es mejor dejar tu auto en la entrada y caminar. En caso de que ande en 4×4 puede subir hasta llegar a una entrada cercada por malla ciclón.
Llamó mi atención el letrero principal que decÃa: “Reserva Tavidá, Reserva Natural PRIVADA, PROTÃGELA” el señor nos dijo que el hostal ecológico del Cerro la Vieja habÃa comprado 40 hectáreas en ChiguiràArriba que incluÃan el chorro Tavidá.
Rey y Karlita
Pagamos y seguimos ahora por un sendero hecho por el hostal, unos 15 minutos más, vimos unas cabañas altas y en frente estaba el apretado dosel selvático que iluminó con una paz la piscina de agua al final del chorro. Contuvimos largamente el asombro frente a esta inusitada belleza.
Es el lugar perfecto para reponer fuerzas. Cargado de frescas sombras, abanicado por un suave e imperceptible viento y, el silencio lo hace un lugar irreal. Al estar en el mirador te caen grandes gotas del chorro. Desde ahàse ve la piscina verde perfecta rodeada de vegetación y una caÃÂda de agua de 30 metros. Todos corrimos a bañarnos bajo las rugientes aguas de la caÃÂda.
Nadamos, jugamos, subimos a la piedra bajo el chorro y nos sentamos a sentir los fuertes golpes del agua que pegaban como latigazos u hormigas picándonos las espaldas. Gritaba de emoción combinada con el dolorcito del agua pegándome en el rostro y espinazo.