La dicha de la vida está en lo simple. Algunas montañas las hemos visto mil veces y nos hemos preguntado mil cosas en torno a ellas.
Ayer fue un dÃa espectacular. Hicimos la cima del Cerro Trinidad de Capira, que forma parte del Parque Nacional Altos de Campana. Fue una experiencia única, en donde pudimos disfrutar no solo de la cima, sino del camino y de parte de lo que guarda este espectacular cerro: una gran biodiversidad.
Helechos arbóreos, epifitas, orquÃdeas, un sinnúmero de animales entre esos coloridas orugas, decenas de insectos, danzantes mariposas y aves para escoger.
Por razones de seguridad, nuestro guÃa optó por dividir el grupo en dos y de esa manera poder disfrutar ampliamente cada uno, de la cima cuyo espacio es reducido. La misma no es fácil de acceder, es crucial hacerlo con un guÃa experimentado o un guÃa local. Nosotros habÃamos hecho esta cima ya por varios lados, incluso del lado norte y varias veces con la familia Herrera, que son quienes hicieron un escultura de una biblia de cemento que se encuentra en la cima.
Madre Naturaleza nos permite poder disfrutar de cerca de sus maravillas, con organización, seguridad y buena disposición. Todos sucumbimos ante esplendorosa grandeza, dichosos y reinantes pero conscientes de nuestra pequeñez ante tanta maravilla.
En la terminal tomamos el autobús de Chame sin ningún percance. Luego de poco menos de 20 kilómetros de recorrido, llegamos a Sorá, pueblo de personas amables rodeado de belleza exuberante de montaña, con un clima casi siempre fresco y delicioso. Muy cerca de esta comunidad se encuentra el complejo de casas de campo ââ¬ÅAltos del MarÃÂaââ¬Â al cual para acceder es necesario poseer permiso si no eres residente.
La vista, grandiosa. Filipinas de Sorá nos recibió con salpiques verdes y azules, un lugar tranquilo, lleno de aves semilleras, y de fondo, como para matizar, el inconfundible cerro ChichibalÃÂ, que marca los lÃÂmites entre los distritos de Chame y Capira.
De ahàpasamos a la siguiente cascada luego de subir una loma imperceptible. Divisamos un salto de unos 15 metros de altura, muy hermoso y con un pilón de agua fresca y frÃÂa.
Estuvimos ahàhasta no muy tarde por el mismo inconveniente del transporte. Caminamos de vuelta y vimos el pickup pero se dirigÃÂa hacia montaña adentro, no hacia Sorá. Decidimos empezar a caminar un poco y más adelante nos encontramos con cazadores furtivos y muchos perros dispuestos a cazar.
En nuestra caminata vimos la construcción de una próxima finca Melo en el área de Filipinas, luego de subir y bajar algunas lomas, nos topamos con una hermosa serpiente Pseustes poecilonotus de más de un metro, mejor conocida como “pajarera” que cruzaba apacible la carretera de piedras y aprovechamos para sacarle algunas fotos a ese divino ejemplar.
Spilotes pullatus
Más adelante escuchamos un auto, el mismo 4×4 que habÃÂamos visto hace tiempo venir bajando de la montaña y aprovechamos para pedirle el ââ¬Åboteââ¬Â hasta Sorá, que muy amablemente nos cedieron, siempre y cuando àpudieran ir guidando de las ventanas del auto pues dentro estaba repleto de gente, y asàfue como llegamos a Sorá a buena hora y felices de la aventura del dÃÂa.
De regreso nos bajamos en el Nanzal y aprovechamos para caminar hasta Los Cajones, otra maravilla natural del área, pero ya se hacÃÂa tarde y empezaba a llover, asàque decidimos dejar esta aventura para luego.
Seguimos dándonos cuenta que nunca dejaremos de recorrer Panamá y sus senderos, sus rincones escondidos que guardan secretos y leyendas. Solo basta preguntar y siempre los lugareños te van a señalar con el dedo o con la boca algún lugar perfecto a visitar.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.