Hace unas semanas estuvimos por el Valle de Antón y nos encontramos con varios nuevos lugares muy poco visitados dentro del Valle; tuvimos la dicha de llegar hasta el orquideario llamado por sus siglas APROVACA Asociación de productores de orquídeas de el Valle y Cabuya, que increíblemente es una asociación NO lucrativa que se dedica basicamente a la conservación de hermosas especies nativas y se estableció el 15 marzo de 2001 con el motivo de proteger especies endémicas de orquídeas en peligro de extinción y de contribuir a la conservación de la biodiversidad excepcional de la región y de la República de Panamá.
La verdad es que llegamos preguntando a los lugareños, pero no hay perdedero para llegar al lugar ya que hay varios carteles que indican su ubicación bastante cerca de la entrada del Valle de Antón, a mano izquierda. Con google maps o waze llegas sin problemas.
Aunque aún no han determinado el número exacto, estiman que la República de Panamá es el hogar de por lo menos 1,500 especies de orquídeas, y así se convierte en uno de los países donde se encuentra la mayor variedad de orquídeas en el mundo. No obstante, la destrucción de bosques tropicales, acelerada por el crecimiento reciente y rápido de la economía panameña, está privandoles de su hábitat. Justamente en el Valle, algunos habitantes ilegalmente continúan arrancando especies en peligro del bosque local y las venden en el mercado debido a su situación económica, a precios increíbles. Así, las flores locales se encuentran en una situación verdaderamente crítica.
Esta asociación se mantiene a partir de donaciones de personas e incluso embajadas muy interesadas en este proyecto.
Al llegar nos atendieron muy bien y nos mostraron los distintos animales que hacen daño a las orquídeas, vimos maquetas llenas de insectos e incluso, muchas mariposas preciosas. Nos llevaron a recorrer las distintas áreas, que aunque no muy grandes, cumplen con lo requerido para satisfacer las ganas de saber más.
Tienen un espacio dedicado a la flor símbolo nacional de Panamá: la flor del Espíritu Santo. Fue la primera vez que vimos desde cerca esta inigualable y exótica orquídea con su color blanco hueso y esa palomita tan bonita dentro que pareciera que fuese a salir en un vuelo tumultuoso en cualquier momento. Muy emocionante fue poder verla y hasta tocarla, la impresión tiene cabida pues es muy raro, que aún siendo un símbolo de nuestro país, es extraño verla de cerca.
Es muy importante destacar que las orquídeas son plantas epifitas, esto quiere decir que crecen sobre árboles o ramas utilizándolo como soporte y no parasitándolo, contrario a lo que piensan muchas personas acerca de las orquídeas; esto quiere decir que crecen independientemente obteniendo únicamente apoyo físico, sin embargo pueden desarrollarse tan apretadamente que llegan a dañar la planta anfitriona.
La orquídea es una de las flores más exquisitas y fascinantes en el mundo, tanto así que muchos países han tomado una clase de orquídea como símbolo nacional, éste es el caso de nuestro país. Se dice que en 1856, el primer hombre hizo que una Orquídea fuese cultivada.
En APROVACA venden algunas orquídeas horticulturales para la propagación y diseminación al público por precios accesibles. El local está abierto de 9:00 AM a 5:00 PM todos los días incluso los fines de semana y los días festivos. También ofrecen servicio de hostal.
Su hábitat natural es probablemente el crecimiento secundario bajo y troncos hasta el borde de los grandes rÃos. En la actualidad, se encuentra sobre todo en los alrededores de edificaciones y hábitats construidos por el ser humano y las casas con algún jardÃn, justo mi caso. Es una especie residente a lo largo de todo el paÃs, hasta los 2750 metros de altura.
Su canto para mi es melodioso. Me emociono cuando me doy cuenta que ya los reconozco sin verlos, pero es que su canto es inconfundible; es corto y repetitivo.
Esta tangara mide aproximadamente 18 cm de longitud y pesa aprox. 35 g. Los mayores tienen la cabeza y las partes inferiores del cuerpo color gris azulado claro, las partes dorsales son azules oscuras, con verde azul brillante en las alas y la cola, y los hombros con diferentes matices de azul. El pico es corto y grueso. Los dos sexos son similares, pero los inmaduros son de plumaje de color más deslavado.
Los individuos juveniles machos son más opacos y grises, y presentan como máximo un leve tinte azulado en la cabeza y en la parte de arriba. El anillo ocular es blanco, angosto e interrumpido. La espalda es más opaca y verdosa y la rabadilla es azul grisácea. Las alas y la cola son azul verdoso sucio, con un tinte oliva en las coberteras alares y con poco o nada de azul en el hombro.
La tangara azuleja o azulada es la tangara más comun en la ciudad; llega muy rapido a los comederos, donde le puedes poner guineo ( banano) o cualquiera otra fruta madura.
Se reconocen de 13 a 15 subespecies, de acuerdo a las variaciones en el matiz de azul en el hombro con respecto al resto del plumaje; pueden ser grisáceos, verdosos o azul púrpura con hombros color lavanda, azul oscuro o blanquecino.
Debido a su amplia distribución y a su densidad relativamente alta, la tangara azul gris es considerada como una especie no amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Inundan los patios con su azul, jugando y adornando siempre el dÃa.
Brincaban por las ramas y volteaban el cuerpo para observar por debajo, primero en un lado y luego por el otro, supongo que en busca de alimento, supe que les gustan los insectos pequeños y las arañas. Pueden descolgarse mucho por debajo de las ramas para alcanzar un fruto o insecto.
Forman grupos de 3 a 6 individuos, o con menor frecuencia parejas, y en ocasiones acompañan a otras aves pequeñas; en este caso estaban muy cerca de Mirlo pardo e incluso de Tangaras Azulejas. Pertenecen a la familia Thraupidae, su hábitat natural incluye bosques tropicales o secos a baja altitud y zonas previamente boscosas ahora muy degradadas.
Muy triste es que es apreciada por algunas personas como ave de canto, por lo que la capturan para mantenerla enjaulada en cautiverio. Es bueno saber que de ahora en adelante en Panamá tendremos una nueva ley que prohibe tener animales exóticos en casa. 🙂
Es una especie relativamente común en las llanuras del lado del Caribe, localmente hasta los 400 metros de altura. Se distribuye desde Panamá hacia el norte hasta la cuenca alta del rÃo Sarapiquà en Costa Rica.
Mide aproximadamente 12 cm. y pesa aprox. 19 gramos. Su color es gris opaco con las alas negruzcas contrastantes.
Los adultos son gris oscuro por encima, con el área loreal (orificios nasales) más oscura, y las mejillas, garganta, pecho y costado de color gris más pálido, teñido que se torna ante rosáceo en el abdomen y las coberteras infra caudales. El hombro es azul violeta, generalmente oculto, y el resto de las alas y la cola son negruzco fusco. El pico es negro y las patas son gris azuladas.
LÃdice es solo uno de los poblados que están en las faldas del Cerro Trinidad de 969 metros sobre el nivel del mar, asà mismo como el Cruce detrás del cerro.
Luego de cinco minutos de recorrido en la carretera hacia LÃdice, ya el paisaje cambiaba. El verde toma su lugar en este lugar, a medida que avanzas se va viendo Cerro Trinidad desde distintas esquinas, el clima cambia a fresco y puro.
Desde principios del siglo XIX estas fueron utilizadas para pastear al ganado entregando en diezmo a la Parroquia de San Isidro. Su nombre original era el «Potrero», por inquietud de los moradores se ordena el cambio del nombre de Potrero por el de «LÃdice». Este nombre es un homenaje a LÃdice comunidad de Checoslovaquia destruida el 4 de junio de 1942 por orden de Adolfo Hitler. La ONU, decretó que en cada paÃs debÃa haber un pueblo, calle, plaza o edificio que llevara este nombre en memoria de sus habitantes y le toco a Capira.Desdunloma antes de mi casa, se puede ver el Cerro Trinidad, asà como desde muchos puntos de Arraiján. Cuando uno va en la carretera Arraiján – Chorrera, puedes ir viendo como aparece y desaparece desde las curvas de la carretera. Incluso en el centro de Chorrera, justo cuando uno va en la carretera central de la chorrera, viendo hacia el frente se ve claramente el Cerro Trinidad. La forma de este cerro es enigmática, casi siempre tapado por las nubes que lo cubren en la cima. Tiene unos picos impresionantes que sobresalen en la cordillera central que a partir de allà reducen la altitud de sus cumbres, para dar paso a las colinas.
Las vistas desde LÃdice son hermosas, el clima es fresco, a lo lejos se ve el cerro Trinidad como el rey de la región. En las tardes el sol pasa por detrás de su cima y refleja su sombra en el pueblo.
Luego de pasar LÃdice, se ve un precioso paisaje, parecido al que se ve desde Campana: punta chame, algunas islas, parte de Capira, Cermeño, entre otros lugares.
Hicimos caso y seguimos el camino, cada vez la carretera era más difÃcil y de piedras sueltas, decidimos arriesgarnos a seguir, hasta que tuvimos la gran sorpresa de encontrarnos con un rÃo sobre el cual habÃa que pasar, asà que dimos la vuelta y decidimos regresar, pues ese rÃo es solo para carros con doble tracción, se veÃa bastante fuerte.
De regreso tuvimos un par de problemas de tracción pero finalmente logramos seguir. En el camino nos encontramos con el señor que nos habÃa ayudado con la dirección, el cual iba caminando hacia fuera en busca de un transporte que lo llevara hasta Capira con su familia. Le dimos el aventón hasta afuera y de paso conseguimos un guÃa para pronto ir a subir el Cerro Trinidad, que será una nueva exploración de un cerro casi inexplorado, que es más bien intocable para muchos desde lejos.
LÃdice es solo uno de los poblados que están en las faldas del Cerro Trinidad de 969 metros sobre el nivel del mar, asà mismo como el Cruce detrás del cerro.
Luego de cinco minutos de recorrido en la carretera hacia LÃdice, ya el paisaje cambiaba. El verde toma su lugar en este lugar, a medida que avanzas se va viendo Cerro Trinidad desde distintas esquinas, el clima cambia a fresco y puro.
Desde principios del siglo XIX estas fueron utilizadas para pastear al ganado entregando en diezmo a la Parroquia de San Isidro. Su nombre original era el «Potrero», por inquietud de los moradores se ordena el cambio del nombre de Potrero por el de «LÃdice». Este nombre es un homenaje a LÃdice comunidad de Checoslovaquia destruida el 4 de junio de 1942 por orden de Adolfo Hitler. La ONU, decretó que en cada paÃs debÃa haber un pueblo, calle, plaza o edificio que llevara este nombre en memoria de sus habitantes y le toco a Capira.
Desde una loma antes de mi casa, se puede ver el Cerro Trinidad, asà como desde muchos puntos de Arraiján. Cuando uno va en la carretera Arraiján – Chorrera, puedes ir viendo como aparece y desaparece desde las curvas de la carretera. Incluso en el centro de Chorrera, justo cuando uno va en la carretera central de la chorrera, viendo hacia el frente se ve claramente el Cerro Trinidad. La forma de este cerro es enigmática, casi siempre tapado por las nubes que lo cubren en la cima. Tiene unos picos impresionantes que sobresalen en la cordillera central que a partir de allà reducen la altitud de sus cumbres, para dar paso a las colinas.
Las vistas desde LÃdice son hermosas, el clima es fresco, a lo lejos se ve el cerro Trinidad como el rey de la región. En las tardes el sol pasa por detrás de su cima y refleja su sombra en el pueblo.
Luego de pasar LÃdice, se ve un precioso paisaje, parecido al que se ve desde Campana: Punta Chame, algunas islas, parte de Capira, Cermeño, entre otros lugares.
Hicimos caso y seguimos el camino, cada vez la carretera era más difÃcil y de piedras sueltas, decidimos arriesgarnos a seguir, hasta que tuvimos la gran sorpresa de encontrarnos con un rÃo sobre el cual habÃa que pasar, asà que dimos la vuelta y decidimos regresar, pues ese rÃo es solo para carros 4×4, se veÃa bastante fuerte.
De regreso tuvimos un par de problemas de tracción pero finalmente logramos seguir. En el camino nos encontramos con el señor que nos habÃa ayudado con la dirección, el cual iba caminando hacia fuera en busca de un transporte que lo llevara hasta Capira con su familia. Le dimos el aventón y de paso conseguimos un guÃa para pronto ir a subir el Cerro Trinidad, que será una nueva exploración de un cerro casi inexplorado, que es más bien intocable para muchos desde lejos.
Capira es sin duda alguna, una perla de Panamá, con sus valles, montañas y rÃos que deslumbran sus caminos, algunas veces sin calles pavimentadas, pero siempre vale la pena recorrerlo, siempre más allá y mientras más lejos llegas, más hermoso se pone.