Reseña de gira: Cascada Chorro Alto y Cascada Ojo de Agua, Provincia de Coclé.
diciembre 5, 2018 • Chorros y Cascadas, Coclé, Ríos, Selva, Trips, Vegetación • Comments
Puntuales arrancamos a la provincia de Coclé, esta vez estaríamos bien al norte, justo en el límite entre La Pintada y Olá, que son divididos por el Río Grande.
Visitamos Chorro Alto en Bajo Grande, que con un río colgante divide a Olá de Coclé de La Pintada, por medio del Río Grande.
Chorro Alto impresiona, no por gusto tiene ese nombre. Es una cascada imponente y con mucha fuerza; es de acceso fácil con calma y llegan autos 4×4 sin problemas, aunque lo que hay que caminar es “nada” en comparación con otros sitios. Para entrar se debe pasar por una casa de familia en la cual pedimos el permiso correspondiente para entrar por su terreno y pagamos la colaboración a la misma, que mantiene los alrededores limpios de desechos.
Bocota abierta. Inspeccionamos el área, montamos la hamaca, dejamos una Leptodeira annulata que necesitaba una vida mejor en el área apartada del chorro y procedimos a entrar a sus frías y profundas aguas.
El día estuvo soleado, un tiempo hermoso nos regaló aquel domingo. El agua estaba que congelaba y así nos fuimos nadando hasta donde cae el chorro. Si te ubicas directo en el chorro te puedes dar un mal golpe.
Luego emprendimos una pequeña caminata hacia el Chorro Grande de Ojo de Agua en el Río Zapillo, que le pertenece al distrito de La Pintada de Coclé. El camino es nivel fácil, aunque para una persona sin experiencia le puede tomar más tiempo.
Ojo de Agua es imponente, sus aguas caen con tanta fuerza que el río te puede llevar. En verano es común que los locales hagan clavados exuberantes pero en época lluviosa cuando el río está sobre cargado en agua, es mejor ver el chorro desde la orilla, sobre todo porque no se ven las rocas que están allí en lo profundo, con las que te puedes golpear si no conoces.
El chorro es un espectáculo de la Naturaleza, que deja boquiabierto a cualquiera. Estar ahí es como una película de misterio combinada con aventura, guarda una magia singular.
Nosotros lo disfrutamos desde la orilla, el Río Zapillo es muy hermoso y en verano abundan las pozas de agua perfectas para bucear y nadar de forma espléndida.
Terminado nuestro recorrido y felices porque ya llenaríamos nuestras panzas de comida de verdad. Cuando íbamos en el bus, vimos una enorme tarántula cruzando la calle ( son una de las especies de arácnidos más grandes del mundo). Imposible no admirarla, nos detuvimos para observarla mejor.
Encaminados luego de haber llenado nuestras panzas, tomamos la ruta de La Pintada que va por la comunidad de Piedras Gordas donde nos detuvimos en Hacienda La Esmeralda de la familia Quiroz, donde degustamos unas deliciosas naranjas valencianas; algunos de los chicos se convirtieron en el terror frutal de las naranjas, comían y llevaban, todo un éxtasis frutal.
Y así concluimos otra aventura más. Agradecemos a quienes depositan su confianza en nosotros para pasar un día ameno, de la mano de la Naturaleza, en comunión con nuestro medio ambiente.
¡Saludos! ¡Amigos Enlodados!